La abogada que representa a la palista Victoria Carrión en la causa que se indica a Néstor Pinta como facilitador de abuso de menores, Fernanda Petersen, consideró que mantener el nombre del acusado en la Escuela Municipal de Paragones es revictimizar desde el estado a las víctimas que han tenido la posibilidad de denunciar atropellos a su integridad sexual.
En este sentido, la especialista en casos de violencia de género expresó que el Concejo Deliberante es el organismo que debe emitir posición.
Días atrás, Petersen y Carrión mantuvieron una reunión con integrantes de la comisión de Mujeres, Género y Diversidad para solicitar el cambio de nombre, pero aún no han surgido novedades de que esto vaya a cumplirse.
-¿Por qué se pide el cambio de nombre?
-Porque cuando una o más víctimas pueden poner en palabra la situación de un abuso, encontrarse con el nombre o una referencia del agresor y más en una escuela que depende del Estado, es ejercer violencia simbólica. Consideramos justo que este nombre, impuesto por una ordenanza excepcional, porque no se estila imponer nombre de personas vivas a las calles o escuelas, se modifique y se tome a otra persona referente del deporte.
-Este pedido, que se fundamenta en la revictimización, ¿no avasalla la presunción de inocencia de Néstor Pinta?
-Hay que dividir dos ámbitos. Uno es el judicial, donde nadie está avasallando ningún derecho, porque él ha tenido control de todas las acciones realizadas, ha podido seguirlas y presentar nulidades. Pero cuando hablamos de un delito donde está en juego la integridad sexual y la salud psicofísica de las víctimas, las acciones que van en paralelo con el proceso judicial pueden generar distintos tipos de violencia.
Muchas veces, las causas no pueden avanzar y esto no quiere decir que los delitos no sean tal. Mientras tanto, el estado municipal debe tomar postura pública. El Concejo Deliberante debe determinar si está del lado de las víctimas o de quién está denunciado por haber facilitado casos de abusos, llevados adelante por su padre.
Después, el camino de la Justicia es importante, fundamentalmente para las víctimas, pero son procesos lentos y engorrosos para las mujeres. El estado no puede ser cómplice de violencia simbólica o microviolencia, cuando la Argentina está adherida a tratados internacionales que aseguran a las mujeres y a las niñas una vida libre de violencias.
-¿Qué pudieron hablar con las y los integrantes de la Comisión de Mujeres, Género y Diversidad?
-El 17 de septiembre estuvimos en una reunión extendida. Todos coincidimos que era necesario tratar el tema en la primera reunión de este mes. Esperamos que el miércoles sea tratado, pero hasta hoy no tenemos novedades. Y en caso que el expediente no esté presente en la sesión, veremos otras herramientas.
Por el momento, optamos por ir a donde corresponde y hablar con quiénes tienen la responsabilidad del cambio de nombre, que es el Concejo Deliberante, porque esta inacción y este limbo de dejar todo para más adelante es un atentado contra las victimas. Repito, el Deliberante se comprometió a tratarlo a la brevedad y hoy no tenemos nada formal.
-¿Considera que desde el Ejecutivo también hubo inacción?
-Hubo desafortunados dichos del intendente, al decir que las denuncias son de jóvenes que no tienen asidero. Pero sí, hubo una acción de parte de ellos, porque Néstor Pinta fue separado del cargo y continúa como empleado. Entonces hay una contradicción y hay una doble moral, de sacarlo de la faz pública pero de sostenerlo por otro lado, lo cual significa ponerse de parte del agresor.